Un niño huérfano africano crece en un internado budista en Malawi. Enok Alu vive escindido entre su cultura de África Oriental y las enseñanzas del Lejano Oriente. Una historia de esperanza y duda.
Desde 2004 existe en Malawi, África Oriental, un internado budista: el Centro de Atención Amitofo, fundado por un monje taiwanés. Allí vive Enock Alu, de 16 años, desde que tenía siete. Después de que muriera su madre y su padre lo abandonara, fue uno de los primeros niños acogidos en esta institución. El día en el internado comienza con oraciones a las 4:30 ...
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